Victoria con Suspenso del Madrid vs Barcelona

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El Real Madrid se llevó el Clásico por 3-2 en un partido lleno de alternativas y en el que una figura destacó sobre las demás: Lucas Vázquez. Desde el lateral, fue el mejor atacante del Madrid, participando de los tres goles, uno de los cuales fue obra suya. Bellingham al fin se sacudió los fantasmas tras dos meses sin anotar, con un gol que se celebró como el alirón liguero. Lunin no tuvo un buen día, pero el Bernabéu le pagó los servicios del Etihad con ovaciones.

 

Primera parte muy complicada para él, después de recibir los aplausos unánimes del Bernabéu por su papel en el Etihad. Arrancó con un error al medir mal la salida en un córner que ocasionó el 0-1 de Christensen. El Madrid anduvo muy perdido en los saques de esquina y eso le pesó al ucranio. Le cerró la puerta a Yamal en un tiro sin ángulo y luego sacó bajo los palos un balón que pareció cruzar la línea; nunca lo sabremos, la decisión de LaLiga sobre la tecnología de gol deja estas acciones sin resolución fiable, pero el árbitro no validó gol alguno. En el 1-2 despejó mal, al centro y suave, probablemente distraído por Ferran, que se cruzó por ahí sin llegar a tocar balón.

 

 

Lucas Vázquez: en defensa no sufrió demasiado, pues el Barça volcó la mayoría de su juego por la banda de Yamal y no le dio demasiada bola a Raphinha. Y en ataque, apareció mucho y suya fue la acción fundamental para lograr el empate, tras regatear a Cancelo (el portugués fue al bulto de forma impropia en un defensor de su categoría) y ser derribado por Cubarsí. Vinicius transformó el penalti. Mantuvo la pujanza en ataque y apareció como una exhalación para hacer el 2-2, tras centro de lado a lado del área de Vinicius. Su remate fue de gran nivel, en velocidad, muy preciso. Y de propina, puso el centro que acabaría en el 3-2 de Bellingham. Fue su gran día, brilló más que nadie.

 

Tchouameni: central de emergencia ante el agotamiento físico de Nacho, en alguna acción anduvo algo lento con balón y también concedió algo por arriba en disputa con Lewandowski. Le sirvió un buen balón desde la frontal a Modric que casi acaba en el 1-1. Con la entrada de Militao, pasó al centro del campo.

 

Rüdiger: poderoso por arriba, aunque en los córners del Madrid anduvo impreciso, como todo el equipo blanco, lo que costó un gol y más de un susto. Controló bastante bien a Lewandowski, tuvo algún problema más con Fermín cuando entró en la segunda parte.

 

Camavinga: lateral izquierdo ante la sobrecarga de Mendy, estuvo muy participativo en ataque y se mostró mucho al galope junto a Vinicius, pero en defensa le tocó bailar con la más fea, y esa es Lamine Yamal. El internacional español le desbordó casi en cada intento y mediada la primera parte le sacó la amarilla. En la segunda parte Yamal le buscó en cada balón que recibió, consciente de que si andaba fino, o se iba o le sacaba la segunda, pero el francés aguantó bien, arropado por su equipo. Replegó muy bien e incomodó lo suficiente a Ferran para evitar que hiciese el 1-2 al contragolpe. Ancelotti temía aun así su situación de amonestado y en el 71′ le retiró para que entrase Fran García.

 

Modric: titular tras sus buenas actuaciones ante el City, firmó una primera parte bastante decente, aunque sin poder ponerle mucha pausa al juego ante el ritmo frenético que intentó imponer el Barcelona. Casi asiste a Vinicius para que hiciese el 1-1 y fue lanzador de más de un contragolpe con el Barça descolocado. Se centró mucho hacia el final en ayudar a Fran García con Yamal.

 

Kroos: mediocentro defensivo ante la necesidad de que Tchouameni jugase como central, arrancó el duelo cortando una acción peligrosa tras un fallo de Vinicius, pero de ese córner que provocó su despeje llegaría el 0-1 de Christensen. En general, el Barcelona le presionó bastante bien y no le dejó repartir juego como le gusta. Le vería Ancelotti sin chispa cuando le retiró en el 71′ para que entrase Brahim, con el 1-2 recién anotado.

 

Valverde: intentando lanzar contragolpes en cada punto, se le vio sin la chispa necesaria tras jugarlo todo en el Etihad. Era un partido propicio para volver a ver su versión más llegadora, pero le costó. En un balón dividido en el que fue con todo, lesionó sin quererlo a De Jong, que tuvo que irse en camilla.

 

Bellingham: como Valverde, sin el punto de chispa necesario, lo que en su caso no es novedad, lleva ya un tiempo así. En la segunda parte se animó más y buscó el disparo desde fuera del área, sin fortuna. Lo que siempre garantiza en mantenimiento de balón, su técnica para jugar de espaldas es digna de estudio. Y de propina, algún gesto made in Zidane. Tuvo en sus botas el 3-2, pero lo estrelló en un rival cuando el partido tocaba a su fin. Se le quedó la espina y se la sacó, anotando llegando desde atrás y con la izquierda el 3-2 final, a pase de Lucas. Se celebró como un alirón liguero, porque en efecto lo es. Rompe además una sequía de más de dos meses sin marcar.

 

 

Rodrygo: el juego del Madrid se volcó principalmente por la izquierda, buscando a Vinicius, lo cual le generó menos balones, pero cuando le llegaron encaró en todas las ocasiones, sin suerte. Combinó bien con Lucas y Modric y tuvo una gran ocasión antes del descanso, cuando Vinicius le sirvió un gol hecho; Christensen apareció para birlársela en el último momento. Se marchó en el 74′ para que entrase Militao.

 

Vinicius: con el Barça volcado al ataque, era un partido propicio para él, pero no estuvo con la finura adecuada en los momentos clave, aunque dejó buenos desbordes. Tuvo en sus botas el 1-1 tras asistencia de Modric, pero remató muy alto. Se desquitó luego chutando bien el penalti con el que igualó el 0-1 de Christensen. Y luego estuvo generoso con Rodrygo en lo que ya se celebraba como el 2-1, aunque no acabase así. En la segunda parte, con el Barça aún más lanzado a por la victoria, aparecieron los espacios, aunque con el 1-2 le tocó picar piedra. Lo hizo asistiendo a Lucas para el 2-2, con un centro preciso de lado a lado del área, muy difícil de defender. Acto seguido se cocinó él solo una contra al espacio en la que tardó demasiado en definir, se quedó sin sitio y se topó con Ter Stegen. Dejó el sitio a Joselu en el 82′.

 

Brahim: entró en el 71′ por Kroos para dar juego interior al Madrid y lo logró en acciones aisladas, pero sin demasiada continuidad.

 

Fran García: entró en el 71′ por Camavinga. Lateral de largo recorrido pero con atención constante a Yamal. Estuvo rapidísimo para abortar una acción peligrosísima de Fermín que olía al 2-3.

 

Militao: entró en el 74′ por Rodrygo. Más minutos de rodaje para el brasileño.